Garbanzos con espinacas y bacalao

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Si hay algún producto específico de la cuaresma estos son las espinacas  y el bacalao, tanto que a la vieja Cuaresma se la representa con un bacalao seco en una mano y un canasto de espinacas y  acelgas  en la otra. En este plato se combinan los dos dando lugar a una de las recetas más típicas de este tiempo cuaresmal.

Desde la Edad media el bacalao se impone como uno de los alimentos más típicos de la Cuaresma  Era un pescado barato, fácil de conservar en sal y la prohibición por parte de la Iglesia Católica de comer carne durante determinadas épocas impulsó su consumo.

El bacalao salado  se conoce en Europa a través de los vikingos que lo pescaban en el atlántico Norte, en los caladeros de la Isla de Terranova a ellos se suman desde muy antiguo los balleneros vascos que introducen su consumo por los puertos del Cantábrico. El primer dato sobre la pesca de ballenas por los pescadores vascos data del año 670

La mayor actividad de los balleneros vascos fueron los siglos XIV y XV y a raíz de que las flotas holandesas, británicas y alemanas comenzaron con esta actividad comenzó a desaparecer esta especie del Golfo de Vizcaya

Su comercio, dada la gran demanda de este producto en Europa Occidental, se desarrolla en los siglos XIV y XV siendo Inglaterra y Portugal los principales exportadores.

INGREDIENTES

  • 500g de garbanzos.
  • 300g de bacalao.
  • 1 bolsa de espinacas frescas.
  • Aceite.
  • 3 dientes de ajos.
  • 1 cebolla.
  • 2 tomates.
  • 1 cucharadita de pimentón.
  • 1 trozo de pan.
  • 10 almendras.
  • Sal.
  • Pimienta.

PASOS A SEGUIR

  1. Desalamos el bacalao la noche anterior, cambiando el agua un par de veces. El tiempo de desalado será distinto si utilizamos lomos gruesos, palitos o migas oscilando entre los 8, 12 o 24 h
    Para un desalado más completo poner en el fondo del bol o fuente un plato hondo bocabajo para que el bacalao no este en contacto con el agua con más concentración de sal ya que tiende a depositarse en el fondo. El desalado debe hacerse siempre en el frigorífico.
  2. Cocemos los garbanzos con las espinacas y los reservamos.
  3. Sacar el bacalao del agua y ponerlo en un  escurridor a temperatura ambiente mientras preparamos el sofrito.
  4. En una sartén freímos los ajos, las almendras, el pan y los  majamos en el mortero.
  5. Secar el bacalao con papel absorbente de cocina.
  6. En la misma sartén hacemos un sofrito con la cebolla, los tomates y el pimentón.
  7. En la olla donde tenemos los garbanzos y las espinacas añadimos el majao y el sofrito e incorporamos los trozos de bacalao.
  8. Salar en el último momento con cuidado ya que el bacalao puede añadir sal a nuestro guiso.
  9. Dejamos que hierva y listo.

TRUCOS Y CONSEJOS

  • En este enlace os dejamos algunos consejos para desalar correctamente el bacalao.
  • Esta receta se puede hacer también con acelgas los pasos son exactamnebte los mismos.
  • Y una recomendación muy importante ¡CUIDADO CON LA SAL! ya que aunque el bacalao esté desalado su punto de sal suele ser alto, Mejor probar el guiso cuando esté a punbto de srvirse y corregirla.

 

Qué hacer si el bacalao me ha quedado salado? Aunque es difícil hacer algo con el bacalao salado, hay varios trucos

  • Dejar en remojo en leche con un diente de ajo mientras cocinamos la receta
  •  Hervir  los trozos de bacalao 5 minutos en agua antes de guisarlos con salsa.
  • Añadir  con mucha cebolla y tomate a las  salsas, de esta forma absorberán parte de la sal de pescado.
  •  Introducir una cebolla cruda cortada a la mitad mientras se guisa el bacalao, esta absorberá un poco la sal sobrante.
  • Un clásico es preparar el bacalao salado con garbanzos hervidos sin sal, de esta manera se reduce el sabor porque es absorbido por las legumbres.

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