1. Se limpian los higaditos, quitándoles todas la hebritas blancas, y se trocean.
2. Se pela la cebolla y se corta en juliana
3. Se pelan los ajos y se cortan en láminas
4. Se cubre el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen y se fríen la cebolla hasta que se ponga blanca y transparente  y los ajos cortados en trozos (no importa si no son muy pequeños ya que después se trituran).
5. Se añaden los higaditos, las especias y la sal y se rehogan durante unos minutos, añadiéndoles el vino.
6. Se deja cocer unos diez minutos moviéndolos de vez en cuando. Se aparta del fuego y se deja enfriar.
7. Se quita la hoja de laurel y se tritura obteniendo una pasta suave y espesa a la que se le añade la nata líquida.
8. Se vuelve a batir para hacer la masa homogénea y se vierte en un molde bonito ya que no se puede desmoldar.
9. Dejarlo enfriar y meterlo en el frigorífico
10. Es mejor hacerlo el día anterior ya que tarda algún tiempo en cuajar.

Servirlo sobre tostadas de pan y acompañado con una salsa de fresas con naranjas que se realizará de la siguiente manera:

1. Hervir 150g de fresas lavadas y cortadas en trozos pequeños con 100g de azúcar y el zumo de media naranja.
2. Dejar hervir diez minutos.
3. Triturar y poner de nuevo al fuego con tiritas muy finas de piel de naranja.
4. Cocer unos minutos y dejar enfriar.
5. Si no es temporada de fresa se pueden sustituir por 150 g de una buena mermelada de fresa hervida con el zumo de media naranja y la piel cortada a tiritas.