Mermelada de manzana con canela y clavo.

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Ya está aquí el otoño y con él las frutas de la nueva estación: membrillos, chirimoyas, caquis, granadas, peras y manzanas. Es el momento de hacer conservas de frutas para disfrutar de ellas durante todo el año: higos secos rellenos, carne de membrillo y mermeladas.

Esta entrada la vamos  dedicar a las mermeladas que son muy fáciles de hacer, solo hay que tener un poco de paciencia para que la pulpa de la fruta elegida hierva con el azúcar hasta alcanzar la consistencia deseada, envasarla en tarros esterilizados y conservarlas en un lugar seco o el frigorífico, aunque esto último -si está bien envasada-  no hace falta.

Las mermeladas caseras pueden dar mucho juego en la cocina. Aunque la mayoría de las veces las tomamos sobre tostadas con mantequilla, que sin duda está deliciosa, también nos sirven para rellenar tartas, añadirlas a algunas salsas, para hacer helados y batidos o acompañar los quesos. Y si las envasas en tarros bonitos se convierten en un regalo precioso para tus amig@s que siempre te agradecerán este detalle hecho con cariño.

INGREDIENTES

  • 1 ½ Kg. de manzanas. Puede valer cualquier manzana aunque se suelen utilizar variedades ácidas como la Reineta o Granny Smith.
  • 300 gr. de azúcar.
  • 1 palo de canela.
  • 3clavos de olor.
  • 100 ml de agua.
  • 1 limón pelado y  sin la piel blanca.

PASOS A SEGUIR

  1. Se lavan las manzanas, retirar el corazón y cortar en laminas. Conservamos la piel porque en ella está la mayor parte de la pectina que es el componente que hace que la mermelada se gelifique, es decir que adquiera la consistencia de una gelatina.
  2. Pesamos las manzanas y calculamos el azúcar, normalmente con un 40%-50% del peso de la fruta es suficiente aunque esta proporción puede variar si la fruta es muy dulce (por ejemplo la uva o higos) o mas ácida.
  3. Pelamos el limón retirándole toda la piel blanca y lo troceamos quitándole todos  los huesos. El añadido de limón en casi todas las mermeladas se debe a que ayuda a unirse a las moléculas de pectina y por tanto a que solidifique.
  4. Ponemos todos los ingredientes en una olla a fuego medio durante 1hora aprox., removiendo de vez en cuando hasta que tenga textura de mermelada. No hace falta triturar la fruta porque al cocer y remover se va deshaciendo.
  5. Existe un truquito para comprobar que está hecha, coger un poco con la cuchara y ponerlo en una superficie fría como la encimera o un plato. Si solidifica es que ya podemos retirarla del fuego.
  6. Rellenar los tarros de cristal esterilizados y cerrar bien. Ponerlos boca abajo  hasta el día siguiente para hacer el vacío.
  7. Para esterilizar los tarros hervirlos durante 15-20 minutos y dejar secar sobre un paño limpio boca abajo. Las gomas y tapaderas no se hierven, las sumergimos en el agua hervida una vez apagado el fuego. Te pueden servir tarros nuevos o reutilizar los tarros de conservas.

TRUCOS Y CONSEJOS

  • La mermelada de manzana no necesita espesante porque es una de las frutas que más pectina tiene. En algunas recetas se hierven los corazones y pieles con un poco de agua y se cuela presionando para sacar bien el jugo que posteriormente se añade la mermelada en vez de agua.
  • Algunas frutas como las fresas apenas contienen pectina por lo que al hacer las mermeladas podemos añadir unos trozos de manzana esto ayudará a que espese más fácilmente.
  • A la mermelada de manzana se le puede añadir canela y clavo como hemos hecho en esta ocasión pero también admite nuez moscada, laurel, vainilla o un poco de licor como ron.

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