Espinacas y champiñones con bechamel de roquefort.

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El origen de la espinaca se centra en el sudoeste asiático.  Fueron introducidas por los árabes en España en el siglo XI y posteriormente pasaron a Europa.

Las espinacas se pueden comer crudas en ensaladas o cocinadas ya que son una verdura muy saludable digestiva, con buen sabor, mucha fibra y agua. Al cocinarlas su  volumen se reduce en unas tres cuartas partes por la perdida de agua por lo que hay que calcular dos manojos por persona.

Se pueden comprar enteras, o cortadas. Las hay incluso lavadas, cortadas y empaquetadas. Al compararlas frescas  hay que tener en cuenta el color -verde, no amarillento- y el tamaño de la hoja. Las hojas grandes son mejor para cocinar porque cunden más y las más pequeñas y mas tiernas son perfectas para las ensaladas.

INGREDIENTES

Para cuatro personas

  • Dos bolsas de espinacas lavadas o cuatro manojos de espinacas frescas
  • Una bandeja de champiñones (200g aprox.)
  • Cuatro dientes de ajo
  • Un litro de leche entera
  • 50g de queso roquefort
  • Queso para gratinar
  • Cuatro cucharadas de harina
  • Dos cucharadas de mantequilla.
  • Pimienta
  • Sal.

PASOS A SEGUIR

  1. Poner en una sartén la mantequilla y una vez derretida añadir las cuatro cucharadas de harina.
  2. Rehogar hasta que se haga una pasta y echar un vaso de leche caliente ( puedes calentarla en el microondas) .
  3. Quitar los grumos con una cuchara de madera o con la batidora de brazo.
  4. Añadir poco a poco el resto de la leche, la pimienta y la sal.
  5. Mover continuamente hasta que empiece a coger cuerpo.
  6. En otra sartén poner un fondo de aceite de oliva virgen extra y freír los ajos pelados y cortados en láminas.
  7. Cuanto estén dorados,  añadir los champiñones lavados y cortados.
  8. Dejar que se frían unos minutos y echar  las espinacas troceadas.
  9. Rehogar todo  uno o dos minutos.
  10. Añadir el contenido de la sartén a la bechamel y ligar todo.
  11. Al final, cuando la bechamel esté hecha añadir el queso roquefort y remover hasta que se disuelva . Puede que te parezca la bechamel muy líquida pero debes tener en cuenta que vamos a gratinar y en el horno pierde agua y espesará.
  12. Echar  todo el contenido – bechamel con champiñones y espinacas- en una fuente de horno y espolvorear con queso para gratinar.
  13. Encender el horno en función grill y cuando esté caliente  meter la fuente para que se dore. Ten cuidado porque se quema rápidamente.
  14. Consumir en el momento.

 

TRUCOS Y CONSEJOS

Las espinacas frescas hay que lavarlas muy bien para eliminar  la tierra que suelen traer los tallos. Al ser una verdura delicada y muy perecedera hay que consumirlas lo antes posible para aprovechar todas sus propiedades y disfrutar de su sabor. Si no las vas a consumir inmediatamente es mejor darles un ligero hervido y guardarlas hervidas y muy bien escurridas  en el frigorífico.

Para congelarlas es mejor escaldarlas en agua hirviendo, escurrirlas muy bien y congelarlas en bolsas de congelación.

Si os gustan la mezcla de sabores dules y salados podéis añadirle a la receta un puñado de pasas.

Esta receta se puede congelar para ello horneala en fuentes de aluminio desechables  del tamaño que quieras y ya fria, envuelvela en papel film.

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