Ayer en González Byass  entramos por la puerta grande del mundo de los vinos  de la mano de dos expertos Jose Argudo y Antonio Flores.

Tres horas maravillosas en las que se nos ofrecieron vivencias inolvidables: probamos la levadura recién sacada de la bota, hicimos una cata de Tío Pepe desde la solera a la 3ª criadera, paladeamos Alfonso 1/6 un  vino “finito” rescatado de una bota olvidada en una bodega en obra y gota a gota con la cabeza agachada en señal de reverencia saboreamos un vino único: el viejo Tío Pancho de más de 150 años consumido ya por su vejez.

Pero hubo mucho mas: tocamos viejos papeles de archivo donde se recogen las partidas de  los vinos de ida y vuelta en el galeón de Manila; visitamos la bodega original de 1845, aprendimos a venenciar de la mano de Antonio Flores, vimos un trasiego y un rocío  en directo realizado por Claudio, el capataz  de la bodega; nos explicaron que son las cuatro palmas…….Un lujo enólogico que finalizó con una estupenda comida en una de las salas de esta bodega que es un joya arquitectónica.

IMÁGENES

Muchísimas gracias a González Byass y a Viky Miller por habernos dado esta oportunidad difícil de repetir.