Un día en el Parque Natural Bahía de Cádiz. Puerto Real, II Jornadas de Promoción Turística Interior.

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Desde el pasado mes de marzo  la Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Puerto Real, responsabilidad del teniente de alcalde Alfredo Charquel, está celebrando las Jornadas de Turismo Interior de Puerto Real. Su objetivo es  dar a conocer los recursos turísticos de la población a los profesionales de sector  turístico, comercial y hostelero para que sirvan como elemento de apoyo fundamental en la estrategia de promoción y desarrollo de la ciudad.

Puerto Real tiene mucho que ofrecer a un turismo de calidad que quiera llevarse  un trocito de la esencia del lugar que visita. Oficios ancestrales, ruinas de la guerra de la Independencia, casas salineras, cientos de pájaros y flores, un paisaje único con el mar siempre de fondo y un futuro ligado a los esteros  y marismas donde ya se están realizando investigaciones de la UCA y empresas como Estero Natural apuestan por una acuicultura basada en el cultivo de las ostras.

Puerto Real ofrece historia, cultura, naturaleza y también gastronomía. En los esteros viven especies que están en la base de algunas de nuestras recetas más tradicionales: camarones, lisas y doradas, ostiones, langostinos y otras que se están incorporando a la cocina más nueva como algas y salicornia.

Puerto Real es una isla urbana en medio de un parque natural de marismas y esteros que aporta recursos únicos de cara a un turismo de calidad que busca un encuentro con la historia, la cultura, la naturaleza y la gastronomía.

 

 

El parque natural de la Bahía de Cádiz es un espacio natural protegido desde 1989 que se extiende a lo largo de 10.522 hectáreas pertenecientes a los municipios Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Chiclana de la Frontera y El Puerto de Santa María que quedan englobados en un laberinto de dunas, caños, marismas, esteros, matorrales, pinares  y playas. Es un paisaje único de extraordinaria belleza visual, dedicado tradicionalmente a la explotación salinera  lo que le da un gran valor antropológico e histórico que queda reflejado en los restos de antiguas salinas,  en numerosas construcciones de casas salineras y molinos de marea. Es también zona de reserva ornitológica y paso de aves migratorias además de un jardín de plantas halófilas, algunas muy utilizadas en restauración como la Salicornia o espárrago marino.

 

Para esta jornada   Charques había preparado una bonita e interesante actividad: un paseo en bicicleta por el Sendero de la Esperanza y una degustación de productos del estero en El Boli.

 

 

Quedamos en el aparcamiento del punto limpio de Casines al que se accede por la salida 660 de la Autovía A-4. Una vez cruzado el puente Melchor sobre la línea férrea se llega a una gran explanada lo suficientemente amplia para dejar los coches y muy cerca de la entrada del sendero, facilitando el acceso de las personas con discapacidad.

El camino es corto y se puede realizar a pie o en bicicleta. Para esta ocasión nos esperaban las bicicletas de la empresa Valdés que nos suministró también los cascos.

El día acompañaba, soplaba un poniente fresco y había nubes que nos protegían del sol de junio. El camino  fue muy agradable ya que el sendero está en muy buen estado permitiendo incluso el acceso de los coches hasta la misma puerta de la Salina La Esperanza.

 

 

La Esperanza es la salina tradicional mejor conservada de la Bahía de Cádiz, en ella la Universidad de Cádiz lleva a cabo un proyecto de seguimiento científico de las aves y la recuperación del oficio y saberes del maestro salicultor a través de la cooperativa Salinas Artesanales Gaditanas, S.C.A.

Continuamos bordeando la salina La Esperanza Grande hasta un descansadero donde se puede hacer un alto a la sombra Durante el paseo pudimos disfrutar de  numerosas aves marinas y de una gran variedad de plantas en floración que animan el sendero con sus colores.

 

 

Las detalladas explicaciones de nuestro guía A Jesús Rivero Reyes  nos permitieron conocer como se llevaba a cabo la explotación de la sal. El agua salada entra por numerosos caños cerrados con compuertas de madera y pasa a las vueltas de periquillo donde por calentamiento se evapora llegando a los cristalizadores en los que la sal se  decanta. En los tajos, el salinero la recolecta durante los meses de verano formando las características montañas blancas Posteriormente, la sal sería cargadas a lomos de las bestias para ser llevadas a los barcos que esperaban en los  pequeños muelles de los caños.

 

 

El  oficio de salinero, desgraciadamente casi perdido en la actualidad, ha dejado numerosas huellas aun visibles en el paisaje: casas salineras, aljibes, abrevaderos para los burros de carga, muelles, cargaderos ….

 

La siguiente parada fue en la casa salinera rehabilitada donde finaliza el sendero oficial , pero nuestro paseo continuó hasta los almacenes de Belén donde se encuentran las instalaciones de la empresa Estero Natural dedicada a la cría de ostras.

 

 

La empresa es de varios socios con algunos de los cuales como Salvador Algarin, A. Jesús Rivero Reyes y Nacho Lastre, pudimos charlar y conocer el trabajo que están realizando asi como los planes que tienen para el futuro. Entre ellos el de compatibilizar la cría de ostras con el turismo mediante una actividad que permitirá a los visitantes  recoger ellos mismos los productos del estero y llevarlos posteriormente a instalaciones habilitadas para poder consumirlos.

 

Como final de la actividad en El Boli , junto a los caños y con una maravillosa vista de la bahía, probamos algunos  de los productos que se recogen en el estero: camarones cocidos y en tortillitas riquísimas – elaboradas por la mujer de Pepe, el encargado-   y ostras acabadas de coger , ya depuradas , que estaban inmensas con un poquito de limón.

 

 

 

Agradecemos a todos los que han contribuido a que esta actividad se haya podido realizar y en especial a Alfredo J. Charques Calderón, Concejal de Cultura, Fiestas, Turismo y Promoción Socioeconómica del ayuntamiento de Puerto Real. Una experiencia preciosa que recomendamos a todos los que quieran conocer el pasado, presente y futuro de nuestro Parque Natural Bahía de Cádiz.

 

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