30 Ene Dos formas de vivir el carnaval en Andalucía.
¡El carnaval ya está aquí! , o mejor deberíamos decir los carnavales porque, a pesar de la globalización no hay dos carnavales iguales . Todos surgen de una misma fuente la regulación del calendario católico que marca tiempos emocionales dependiendo de las fiestas. A la alegría familiar de la navidad, sucede el desenfreno del carnaval y a este la tristeza obligada de la semana santa tras la represión de la cuaresma. Muerte y vida, alegría y tristeza, desolación y esplendor todo queda dentro de este tiempo anual cargado de connotaciones, vivencias y emociones diferentes.
ALEGRÍA Y DESENFRENO FRENTE A LA TRISTEZA DE LA CUARESMA
Aunque en los carnavales permaneces ritos y mitos muy antiguos – las supervivencias ( survivals) de las que habla Caro Baroja- el carnaval europeo es hijo del cristianismo , no existe sin la idea de la cuaresma y es en la oscura edad media en la que se fijan sus caracteres. Mas que de influencias se debe hablar, por tanto, de sincretismo. Las fiestas paganas en torno al ciclo solar, muy arraigadas entre la población europea en la que predominaban agricultores y pastores, fueron absorbidas por las creencias cristianas que las dotaron de un nuevo significado.
En sus orígenes, estas fiestas eran el final de un ciclo, el inicio de una nueva estación marcada por el solsticio de invierno y el alargamiento de los días como preludio de la primavera. Todavía existen en España muchos carnavales- sobre todo en zonas rurales- que se celebran en enero y principios de febrero con un marcado significado estacional.
Partimos, pues de que uno de los pilares de estas fiestas son las celebraciones paganas, pero sobre ellas se superpone en toda Europa occidental la ideología cristiana, modificándolas de tal forma que como dice Caro Baroja nuestro “carnaval es hijo del cristianismo”. Actualmente el carnaval va indisolublemente unido a la cuaresma y su desorden y desenfreno se opone a la penitencia y sacrificio impuesto por las normas eclesiásticas antes de la Pascua.
CARNAVAL RURAL & CARNAVAL URBANO
Las raíces ancestrales de esta fiesta se conservan mejor en el mundo rural mas protegido de influencias externas Existe, pues una gran diferencia entre carnavales urbanos y rurales Mientras que el rural conserva ritos, personajes, cantos y vestuarios cuyo origen se pierde en el tiempo, respondiendo su celebración, por lo menos en origen, a una iniciativa de los vecinos del lugar, el carnaval urbano, casi siempre, está organizado o cuando menos respaldado por entidades oficiales aunque la materialización del programa cuente con la colaboración de entidades populares: en ellos se busca más la espectacularidad , el colorido, el poder de convocatoria a miles de ciudadanos que el cumplimiento de una tradición.
CARNAVAL RURAL EN ANDALUCÍA
Los carnavales rurales se celebrar sobre todo en la mitad norte de España, en Galicia, Navarra y el País Vasco. En Andalucía, donde predomina el esquema del carnaval castellano más urbano, hay no obstante algunos interesantes ejemplos de carnaval rural
En Overa (Almería) los protagonistas de la fiesta son los Peloteros y los Osos. Los primeros van con la cara negra, enmascarados y llevan un pañuelo al cuello. De la cintura les cuelgan cencerros con los que alertan a las jóvenes del pueblo. Lo hacen para que éstas no se dejen atrapar por los abrazos de los Osos, vestidos con pieles de oveja. Estos ritos de cortejo entre jóvenes son muy frecuentes en los carnavales donde la permisividad propia de estos días favorecía el acercamiento entre las personas de diferente sexo reprimida en el resto del año.
Esta cancion popular de Albánchez de Mágina expresa perfectamente la idea: si no sacas novio …. a esperar al año que viene :
“El carnaval ha llegado
la feria de las mujeres,
a la que no le salga novio
que se espere al año que viene”
Otro ejemplo de carnaval rural interesante es el de Fuentes de Andalucía (Sevilla) , declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, comienza el fin de semana anterior a la cuaresma con el llamado «Jueves Lardero», día en el que las familias se reúnen para comer y pasar juntos la jornada.
La figura más característica de esta fiesta es la «máscara», disfraz que consiste en deformar el aspecto para que nadie pueda reconocerlos, desfigurando el cuerpo con almohadones y ropa vieja, e incluso cambiando la voz usando «falsete» para conseguir el anonimato total.
Otra particularidad del Carnaval es la actuación de las «murgas», agrupaciones de vecinos que, acompañados de un bombo y una caja, cantan coplas describiendo los acontecimientos más importantes ocurridos en la localidad durante el año.
El dulce típico de estas fiestas es el «entornao», postre elaborado a partir de harina, agua, ajonjolí, azúcar, canela y pimiento molido, ingrediente que le da un característico color anaranjado.
CADIZ EJEMPLO DE CARNAVAL URBANO
Si los carnavales rurales están influidos por los ciclos estacionales de la naturaleza, la siembra y la cosecha, la fertilidad y el sol , los carnavales urbanos son el resultado de múltiples influencias externas que se mezclan para dar lugar a una fiesta nueva. El Carnaval de Cádiz es una buena muestra de ello.
Las características básicas del carnaval medieval –inversión de valores cotidianos, alegría desenfrenada, glotonería, excesos de todo tipo, etc. – se pueden aplicar perfectamente al carnaval gaditano; pero en él han ido influyendo otros aspectos que le han dado caracteres muy peculiares. Dos influencias marcan profundamente nuestro carnaval: la italiana y la antillana.
En su proceso de formación el carnaval gaditano recibe una clara influencia del carnaval italiano, explicable por la corriente migratoria de comerciantes italianos, sobre todo genoveses y venecianos, que llega a nuestra ciudad en la segunda mitad del siglo XVI al ser desplazados del Mediterráneo oriental por los turcos. Las influencias italianas pueden observarse en múltiples aspectos: el disfraz, las máscaras, el confeti, los antifaces, las cabalgatas…
La influencia colonial, sobre todo cubana, se explica por la frecuente relación de Cádiz con el mundo antillano por motivos comerciales. Las influencias antillanas se reconocen en las formas de expresión, el movimiento, los gestos, la música, etc
Dos formas de vivir el carnaval, que en el fondo es siempre la misma El carnaval cristiano es un período en el cual el comportamiento humano individual y colectivo se permite hacer todo lo que posteriormente se prohíbe. Es un escape psicológico social e individual manifestado en alteraciones de principios, trasgresión de prejuicios e inversiones de roles al amparo de una mascara. Es también un escape social basado en lograr el equilibrio cotidiano a base de buscar períodos de aparente desequilibrio: bromas, críticas, etc., que sirvan de desahogo.
Lo característico del carnaval es la alteración del orden de las cosas, la violencia y el desenfreno en oposición al ayuno y la abstinencia, es carnalidad frente a espiritualidad. El carnaval es pagano, se basa en actos irracionales e inconscientes, vive la vida como una alegría perpetua, frente a la concepción católica de la vida como valle de lágrimas. La religión vendría a imponer orden y humanizaría al hombre. Es el triunfo del cristianismo frente al paganismo.
IMÁGENES
Fotos tomadas de internet
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