Cata «Chiclana Pan y Vino». La Cremita y Primitivo Collantes.

Imprmir artículo

Más de 80 personas asistieron el miércoles 19 de diciembre a la cata ‘Chiclana Pan y Vino’ ofrecida por Bodegas Primitivo Collantes y La Cremita. El lugar elegido ha sido el Centro de Interpretación del Vino y la Sal de Chiclana que ocupa una nave de la bodega Ntra. Señora de Amparo, de Primitivo Collantes, S.A. que  actualmente  es propiedad municipal.

El evento consistió en una original cata coordinada por Primitivo Collantes, CEO de la Bodega homónima, y Daniel Ramos, de La Cremita en la que los caldos de la  bodega chiclanera se maridaron con los panes de este obrador artesano. Su objetivo es poner en valor la calidad de  ambos productos netamente chiclaneros que por vez primera se ofrecen juntos.

BODEGAS PRIMITIVO COLLANTES

La historia de la bodega Primitivo Collantes S.A. se remonta al siglo XIX, con la llegada de los hermanos Primitivo y Tomás Collantes a Chiclana de la Frontera, procedentes del Valle de Iguña, en Santander. Son ya más de 100 años dedicados la elaboración y crianza de exquisitos vinos con D.O Jerez-Xeres-Sherry y vinagres con D.O Vinagre de Jerez. Actualmente cuenta con dos bodegas una de Elaboración y otra de  Producción y tres viñedos que suman más de 50 hectáreas.

LA CREMITA PAN ARTESANO

Hace 14 años Dani Ramos monta su primer obrador en las Albinas, después pasaron a su ubicación actual en el polígono Pelagatos de Chiclana. Hace seis o siete años, su amigo JuanLu, cuando todavía era jefe de cocina de Aponiente, le propuso hacer pan y dedicarse a este difícil arte de la panadería creativa. Dani empezó a hacer cursos, a estudiar por su cuenta , a dar forma a sus originales ideas y poco a poco se ha convertido en uno de los panaderos mas conocidos a nivel nacional alabado por críticos como Capel y chef reconocidos internacionalmente como Fernand Adriá. Para Dani el buen pan no tienen secretos: harinas ecológicas selectas, masa madre de cultivo, nada de aditivos, mucho tiempo y mucha dedicación.

CATA PAN Y VINO

Empezamos con un Pan de chicharrones y queso con un 80/90% de hidratación y larga fermentación. En su interior se aprecian trozos de   queso curado de leche cruda de cabra de Quesería Puerto Carrillo, de Benaocaz, y chicharrones de La Campera, de Chiclana.

Lo acompañamos de  Viña Matalián  2018, un vino blanco joven  y seco , 100% palomino y fermentado a baja temperatura. Natural, salino por el aporte de la tierra albariza y con sabor a fruta como níspero, melocotón y pera de agua. Este vino blanco joven es una de las principales aportaciones de la bodega que sin renunciar a los vinos generosos ha ampliado la oferta vinícola de la provincia para llegar a un mayor numero de consumidores.

Por su ligero amargor combina muy bien con el carácter graso de los dos ingredientes del pan, queso y chicharrones

A continuación se sirvió un  Pan con aceitunas aliñás elaborado con centeno, malta y  triticale , masa madre y el caldo del aliño de las aceitunas.

Lo maridamos con Socaire 2016, Vino Blanco elaborado con uva Palomino procedente de Pago Matalian y crianza oxidativa en botas de fino durante 24 meses. El fino aporta lo mineral y salino y la crianza en los toques a madera y frutos secos.

Siguieron Picos de hueva de atún de la empresa Gadira , unas de sus especialidades que también elabora con chocos, morena en adobo, algas…, y que tomamos con Fino Arroyuelo en rama. Es un vino marino, seco y salino, elaborado con uva Palomino y elegido de las mejores botas de la solera – solo 14 de las 180 que tiene la solera-  de las que se saca directamente sin filtrar.

Continuamos con Pan de centeno y malta y harina T80 con nueces y piñones de Conil. Lo tomamos con Amontillado Fossi uno de los vinos mas potentes de la bodega con 15 años, 5 bajo velo de flor y 10 oxidativa tras encabezarlo a 17.5º. Destacan sus matices de madera, caoba, tostados, piel de naranja y avellanas,  su cuerpo delicado y elegante.

Terminamos con un postre, el Brioche borracho inyectado con Moscatel Oro, bollo con masa de brioche de harina T80 y 24 horas de fermentación, con pasas , 50% de mantequilla francesa y miel de la Sierra de Cádiz.

Lo maridamos con el mismo vino el Moscatel Oro Los Cuartillos que debe el nombre a su color característico,, Tiene una crianza oxidativa de al menos cuatro años y le hace tan especial los aromas primarios de la uva moscatel que se somete a un proceso de sobre maduración, consiguiendo gran concentración de azúcares.

Una cata muy especial, exquisita y original en un marco precioso Pan y vino de Chiclana elaborados por dos jóvenes con ganas de innovar en dos sectores tradicionales.

IMÁGENES

Imprmir artículo

No hay comentarios

Deja tu comentario