Hay bares olvidados, de barrio que conservan el sabor de las antiguas tabernas de pescadores de Barbate donde puedes tomar morena en adobo, cabrillas en tomate y huevos de choco. Lo de toda la vida, lo que no pasa de moda y a todos nos gusta.

Todo salió como salen las cosas que no se programan, casi por casualidad después de asistir a uno de los eventos gastronómicos a los que solemos ir. Esta vez era en Barbate y a Barbate  desde el punto de vista gastronómico lo conocemos bastante bien. . Ya habíamos ido varias veces a los bares y restaurantes de referencia, los que están considerados los mejores en las páginas de Internet. Pero si hay algo que nos gusta es descubrir nuevos sitios, bares escondidos, de barrio donde se suele tapear  con los amigos después del trabajo o comer con la familia un día de fiesta.

Lo cierto es que teníamos algunas referencias de amigos muy fiables y decidimos comprobarlo en vivo, “in situ” nunca mejor dicho porque este bar de barrio se llama así El Sitio.

El Sitio estaba lleno y eso que era un día entre semana. Su público el que dijimos: familias, trabajadores, parejas de cierta edad que comían fuera de casa, una madre con su hijo que acababa de recoger del cole y solucionaba  la comida del día. En fin toda una garantía de que allí se comía y tapeaba bien.

En un lugar destacado, una gran carta anunciaba lo que ya imaginábamos. Cocina tradicional, casera y de Barbate. Pescado, mucho pescado frito o a la plancha, pero también guisos de cabrillas, atún encebollado, albóndigas en tomate, tapas de toda la vida, montaditos  y una enorme variedad de croquetas que son la especialidad de la casa.

Pasamos un rato muy a gusto charlando con el camarero y comiendo esas cositas buenas que están por todos lados pero que hay que descubrir.