Muchas veces utilizamos en una receta solo las yemas. Pero no  hay que tirar las claras ya que se pueden congelar y usar para muchas preparaciones.

Además de en repostería para merengues, sultanas, bizcochos  magdalenas…  las claras pueden servirnos para empanar y  para aumentar el volumen de una tortilla utilizando menos yema. .

paso 1

Antes de cascar el huevo para separar la clara de la yema, tener preparada una taza o un vaso de boca  mediana cubierta con un papel film. Debe sobresalir bastante para poder hacer un paquete una vez hayamos echado la clara.

Las grasas dificultan montar las claras a punto de nieve. Tener mucho cuidado al cascar el huevo  con que no caiga una sola gotita de yema y que el recipiente en el que vayamos a montarlas y las varillas que vayamos a utilizar estén completamente limpios ya que cualquier partícula de grasa impedirá que se monte.

paso 2

Echar sobre el papel film la clara y cerrar con una goma o una brida de alambre (guardar las que trae el pan de molde u otra similar)

paso 3

Poner la fecha y el número de claras  que hay en el paquete, aunque es mejor congelarlas de una en una para poder utilizarlas después. Usar un rotulador permanente para que no se borre.

A manera orientativa estos son los pesos de los huevos que generalmente consumimos

Las categorías del huevo de gallina son XL, L, M y S.
XL – Super grandes: de 73 gr o más.
L –   Grandes:   entre 63 y 73 gr.
M –  Medianos: entre 53 y 63 gr.
S –  Pequeños: menos de 53 gr.

La yema de un huevo pesa entre 20 y 25 gr.
La clara  de un huevo pesa entre 30 y 35 gr.

paso 4

Meterlas en un tarro o una fiambrera, taparlas e introducirlas en el congelador.

Para usarlas dejar que se descongelen en el frigorífico y sacar antes para que cojan la temperatura ambiente ya que se montan mejor.

Para montarlas mas firmes poner unos granos de sal o unas gotas de limón o vinagre  y al batirlas sacar de vez en cuando las varillas para que se aireen