Ya sabíamos que ese chiquillo –  Juan Diego Trujillo- valía mucho, que tenía la cabeza llena de ideas y que estaba dispuesto a llevarlas a la práctica. Habíamos coincidido con el en varias demostraciones de cocina como miembro de la Asociación de Cocineros Los Borriquetes a la que pertenece y conocíamos su entusiasmo y ganas de trabajar, siempre de buen humor y con una sonrisa en la cara.

Ahora es su momento. Atrás  quedan los años de aprendizaje en hoteles de categoría de su localidad como el Hotel Fuertes de Conil y le ha llegado la hora de volar por su cuenta. Por su formación repostera el local que recientemente ha inaugurado es una Cafetería Pastelería en su pueblo, Conil de la Frontera, Café Pepas en honor de las madres de el y su compañera.

La cafetería cuenta con obrador propio en el que Juan Diego elabora diariamente las variedades que exhibe en su expositor, mesas en su interior y una terraza en la que se puede desayunar o merendar sus dulces o los diferentes panes elaborados por el Horno Nazaret también de Conil.

Enhorabuena a Juan Diego por esta iniciativa que tiene todos los ingredientes para que se convierta en un gran éxito: juventud, experiencia y ganas.